martes, 14 de diciembre de 2010

Cuatro animales sabios

Cuatro animales sabios
Proverbios 30:24-28

Proverbios 30:24 Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, y las mismas son más sabias que los sabios:
Proverbios 30:25 Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida,
Proverbios 30:26 Los conejos, pueblo nada esforzado, y ponen su casa en la piedra;
Proverbios 30:27 Las langostas, que no tienen rey, y salen todas por cuadrillas;
Proverbios 30:28 La araña que atrapas con la mano, y está en palacios de rey.

Hoy sabemos que la forma de actuar de estos y los otros animales está basada en el instinto natural que cada uno posee.

Es interesante que el escritor le llame a ese instinto sabiduría y que incluso lo considere mayor que la sabiduría de los sabios.

Para explicar lo anterior, basta con determinar de dónde proviene el instinto de los animales. La respuesta es que viene de la inmensa sabiduría de Dios, quién puso en estos seres el instinto para sobrevivir y de una forma particular para cada uno. Por eso es una sabiduría más sabia que los sabios.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Jehová, edifica mi casa

Jehová, edifica mi casa
Salmo 127:1

Salmo 127:1 Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.

Estamos muy inclinados a resolver problemas y a tomar decisiones por nuestra propia cuenta sin considerar a Dios. Es nuestra naturaleza.

Sin embargo, como lo expresa el pasaje, esta manera de proceder conlleva muchas veces resultados negativos. Y es así debido a que la confianza está puesta en nosotros mismos, en otras personas o incluso en tecnologías. Nada de lo anterior es a prueba de errores.

Todo lo que construyamos debe ser edificado por Dios para que sea sólido.

Nuestra protección debe venir de parte de Dios para que sea segura.

Debemos cambiar nuestra actitud y venir primero ante Él y tomar nuestras decisiones amparados en Dios.